Se refiere a este término cuando un miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia Mormona) pierde sus privilegios dentro de la iglesia. Esto sucede solamente cuando alguien comete un pecado serio y se niega a arrepentirse completamente y alinear su vida de acuerdo a los mandamientos de Dios. Las Excomuniones nunca suceden inmediatamente, al contrario son el final de un proceso que empieza con un consejo disciplinario en la Iglesia como consecuencia a un pecado cometido. La Iglesia nunca tiene como objetivo la excomunión de los miembros, y la finalidad de un proceso disciplinario es el ayudar a las personas a arrepentirse y recuperar su buena reputación ante el Señor y su servicio en la Iglesia y así evitar dicha excomunión .
Un E- mormon [1] no es necesariamente alguien quien ha sido excomulgado. Algunas personas quienes son excomulgadas no reclaman que esa su posición porque ellos están trabajando en arrepentirse y regresar a la Iglesia.
Consejos Disciplinarios
Cuando alguien ha cometido un pecado serio, se lleva a cabo un consejo disciplinario en la Iglesia, la persona será llamada por su obispo en orden de ayudarle a arrepentirse completamente. Estos consejos pueden ser llamados por diferentes razones: violaciones serias a la ley (leyes civiles), abuso físico o verbal hacia la esposa o a los hijos, incesto, violación, fornicación o adulterio, etc. El propósito de un consejo disciplinario no es en ningún momento el castigar a la persona, sino el proteger al inocente y salvar a las personas quienes han pecado ayudándolas a arrepentirse. Estos consejos también tienen la responsabilidad de proteger la reputación, integridad y pureza de la Iglesia.
Un consejo tratará de ayudar a alguien a regresar a su completa hermanad en la Iglesia y recibir la plenitud de bendiciones que el evangelio promete. El consejo disciplinario ayudará a aquellos que se arrepientan a hacerlo de una manera sincera y plena, y así obtener la paz que proviene al vivir de una manera digna. Les ayudará a obtener fortaleza para prevenir y así evitar el repetir pecados, y cambiar de una manera que puedan vivir de acuerdo a las enseñanzas de Jesucristo.
Los propósitos de los consejos disciplinarios de la Iglesia son comparables a la corrección que un padre hace a su hijo. El padre nunca quiere que el hijo sufra, en lugar, desea que cambie su manera de vivir de modo que pueda ser feliz y lograr el éxito. El consejo no tiene como finalidad resaltar los castigos de Dios, pero el proteger y ayudar al pecador y al inocente. La experiencia de un consejo disciplinario de la Iglesia debe ser una de aprendizaje y crecimiento espiritual. El objetivo debe ser ayudar a alguien que ha cometido algún pecado a aprender a confiar en Jesucristo para lograr el arrepentimiento, desarrollar su amor hacia Dios y el guardar sus mandamientos, y de ese modo resistir la tentación.
Consecuencias del Pecado
La excomunión, no solamente es una consecuencia para alguien que ha pecado seriamente. Los mormones pueden privarse de ciertos privilegios en la Iglesia, como estar en la capacidad de participar de la Santa Cena, poseer una recomendación vigente para asistir al templo, tener un llamamiento o desempeñar alguna otra responsabilidad en la Iglesia. Esto ayuda a que la persona pueda evitar el actuar de una manera que no vaya de acuerdo a las enseñanzas de Jesucristo. El privar a los miembros de algunos derechos dentro de la Iglesia no significa que sea permanentemente. Al arrepentirse, los miembros pueden volver a gozar de las bendiciones y privilegios que el evangelio ofrece. Aun miembros excomulgados pueden por medio del arrepentimiento y el cambio que efectúen, regresar y ser miembros fieles. No es un camino fácil y no hay lugar para las mentiras en dicho proceso. Permiso especial es requerido para re- ingresar y ser miembro de la Iglesia de nuevo. Las escrituras nos aclaran y permiten aprender las maneras en que el arrepentimiento está disponible para todo el género humano, exceptuando los pecados imperdonables, todo lo demás puede cambiarse y desecharse. Las enseñanzas del evangelio dentro de la Iglesia están a disposición de todos para ayudarnos a llegar al arrepentimiento y acercarnos más a Cristo.